Por Real decreto 1370/2009, de 13 de agosto, se modificó el RD 944/2001, de 3 de agosto por el que se aprueba el Reglamento para la determinación del a aptitud psicofísica de las Fuerzas Armadas, de aplicación a la Guardia Civil, en el sentido de introducir la figura de una especie de asesores especializados, externos y competentes en materia de salud en el Cuerpo. Desde el primer momento, en Suarez – Valdés vinimos denunciando que dicha medida constituía una auténtica vulneración de los derechos de los Guardias Civiles a ser evaluados en cuanto a sus capacidades psicofísicas, por órganos independientes de la sanidad militar, entendiendo que dicho órgano sería utilizado a su antojo, para retirar o mantener en el cuerpo a la fuerza a personal con patologías leves o severas, respectivamente. Fue dicho y hecho, tan pronto como entró en vigor la modificación operada por el nuevo reglamento, se produjo una auténtica avalancha de aptitudes con limitaciones por motivos psicológicos, amparada por los dictámenes de ese supuesto órgano especializado de sanidad, en las cuales, los guardias civiles que tuvieron la mala suerte de tropezar con esta norma, se vieron avocados a pasar el resto de su carrera profesional en un limbo jurídico en el cual no seles permitía desarrollar apenas ninguna labor en la Guardia Civil, pero se les obligaba a permanecer prestando servicio.

En un primer momento el Tribunal Supremo declaró nulo el Real decreto 1370/2009, de 13 de agosto, por un defecto de forma en la tramitación del mismo. Ahora Gabinete Jurídico Suárez-Valdés le ha puesto la puntilla a la modificación operada.

Nuestro patrocinado padecía una grave enfermedad psiquiátrica que le mantenía en situación de baja laboral. Sin embargo, por resolución de la Subsecretaría de Defensa se acordó la aptitud del mismo para el servicio, con limitaciones, para uso de armas, atención al ciudadano, conducción de vehículos, destinos que supongan estrés y destinos que supongan decisiones autónomas. Como quiera que la relación de limitaciones recogida en la resolución de Subsecretaría convertía a nuestro cliente en un auténtico zombi al que no se permitiría hacer ningún tipo de trabajo y como quiera que el dictamen del órgano especializado, resultaba incongruente con la situación psicológica real del mismo, es por lo que Gabinete Jurídico Suárez-Valdés, recurrió de inmediato dicha resolución.

En fechas recientes el Juzgado Central de la Audiencia Nacional nos ha dado la razón, reconociendo el derecho del recurrente a ser pasado a retiro por insuficiencia de condiciones psicofísicas, apartándose de lo dictaminado en el arbitrario informe evacuado por el órgano especializado de sanidad.

No obstante la pelea seguirá ya que la Guardia Civil no renunciará a tan dócil órgano de evaluación de las condiciones psicofísicas de sus agentes y se esperan nuevos movimientos por su parte, a los que estaremos, como siempre, atentos.

 

Dto. de Comunicación de Gabinete Jurídico Suárez-Valdés.